No hace falta que seamos expertos en nutrición para saber que existen una serie de nutrientes necesarios que nuestro organismo funcione perfectamente, y que dentro de estos nutrientes se encuentran las proteínas, elemento particularmente popular en ciertos ámbitos deportivos en los cuales se busca la ganancia de masa muscular.
Las proteínas cumplen diversas y variadas funciones en nuestro organismo, siendo una de las más importantes a nivel deportivo la de regenerar y crear nuevas fibras musculares, algo que favorecerá la buscada hipertrofia muscular en aquellas personas que practiquen fisicoculturismo, y la recuperación de los músculos en cualquier deportista que se haya sometido a una dura sesión de entrenamiento sea cual sea el deporte practicado.
Dentro de las proteínas podemos encontrar de forma natural en los alimentos diferentes tipos, los cuales presentarán diferentes propiedades y, gracias a la existencia en el mercado de una amplia gama de suplementos nutricionales basados en estos productos, podremos elegir aquella proteína que más nos convenga en función del resultado u objetivo que estemos buscando.
Una de estas proteínas es la lactoalbúmina, de la cual vamos a hablar y conocer mejor en este texto.
¿Qué es la Lactoalbúmina?
La lactoalbúmina es una de las proteínas que se encuentran en el suero de la leche, tanto de los animales como del ser humano. Uno de los aspectos más interesantes de la lactoalbúmina es que contiene gran cantidad de aminoácidos esenciales para nuestro organismo, lo que le confiere un gran valor biológico. Recordemos que las proteínas se encuentran formadas por largas cadenas de distintos aminoácidos esenciales y no esenciales, y que la mayor o menor presencia de todos los aminoácidos esenciales será lo que indique el valor biológico de esa proteína. Habitualmente se suele referir a la lactoalbúmina como alfa-lactoalbúmina (α-lactoalbúmina).
La α-lactoalbúmina se encuentra presente en el suero de la leche de la mayoría de los mamíferos y, de hecho. en el suero de la leche materna humana es la proteína presente en mayor cantidad. En el suero de la leche de vaca, materia prima de la cual se obtienen principalmente la gran mayoría de suplementos dietéticos basados en proteínas de suero o similares, puede llegar a conformar el 20% de la composición del mismo, y es la segunda en mayor cantidad que podemos encontrar en él. Si nos referimos a la totalidad de proteínas contenidas en la leche de vaca, la α-lactoalbúmina constituye, aproximadamente el 3,5%.
La presencia de la α-lactoalbúmina en la leche es necesaria para favorecer la unión de las moléculas de glucosa con las de galactosa, lo cual forma la lactosa, el carbohidrato con mayor presencia en los lácteos. Además, su presencia también favorece la digestión de esta lactosa por parte de nuestro organismo.
Como ya hemos anticipado, la lactoalbúmina contiene gran cantidad de aminoácidos esenciales de forma que se considera una proteína completa, es decir, por sí misma contiene todos los aminoácidos esenciales requeridos para poder desarrollar todas las funciones que se le requiere. Dentro de estos aminoácidos destacan los conocidos como BCAA o aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina), y el triptófano. Además, contiene una cantidad notable de un aminoácido no esencial: la cisteína, algo que influirá en las propiedades de esta proteína.
Se debe matizar que el término esencial hace referencia a todos aquellos elementos, como determinados aminoácidos o vitaminas, que nuestro organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo mediante la combinación de otros elementos y, por lo tanto, los debemos aportar mediante los alimentos incluidos en nuestra dieta.
Otra característica interesante que presenta, y que va marcar su utilización, es su velocidad de absorción, es decir, la velocidad con la cual se liberan los aminoácidos en el torrente sanguíneo y que la convierte en una proteína apta en determinadas situaciones frente a otras proteínas de velocidad de absorción más lenta, como es el caso de la caseína.
¿Cuáles son los otros tipos de proteína que podemos encontrar en la leche?
La leche de vaca sirve como materia prima de un gran número de suplementos nutricionales proteicos. En ella podemos encontrar diferentes tipos de proteína además de la α-lactoalbúmina, como son:
- La caseína, anteriormente citada, no forma parte del suero de la leche, y se caracteriza por su muy lenta absorción, lo que la hace adecuada para esos momentos en los que vamos a permanecer un número considerable de horas sin comer como puede ser el tiempo que permanecemos durmiendo por la noche.
- También encontramos la beta-lactoglobulina, que constituye la mayoría de la proteína presente en el suero de la leche (llegando a alcanzar valores de entre el 50 – 55% de las proteínas contenidas en el mismo), es la que mayores reacciones alergénicas presenta y no se encuentra en la leche materna humana. De la misma forma, es el principal componente en los suplementos comerciales de proteína en polvo debido a su excelente calidad gracias a la presencia de todos los aminoácidos esenciales. De igual modo que ocurre con la lactoalbúmina, la beta-lactoglobulina es una proteína de absorción rápida adecuada para los momentos posteriores al entrenamiento.
- Otras proteínas presentes en menor cantidad que encontramos son la lactoperoxidasa (0,5 % de las proteínas que contiene el suero), la lactoferrina y las inmunoglobinas, estas dos últimas con presencia casi residual, ya que cuando mayor cantidad presentan es durante la producción del líquido precursor de la primera leche después del parto (lo que se conoce como calostro), y cumplen importantes funciones antimicrobianas y antivíricas.
Propiedades y beneficios de la α-lactoalbúmina para el organismo
Gracias a las técnicas de aislamiento de elementos de los alimentos, como son el hidrolizado, el filtrado, la inducción a la precipitación o la cromatografía, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos nutricionales que presentan un gran contenido en α-lactoalbúmina, de forma que podemos elegir el momento más adecuado para su ingesta siendo este, principalmente, los 20 – 30 minutos posteriores a la finalización de un entrenamiento en el que se ha producido un intenso desgaste muscular.
Estos productos generalmente van a ser las proteínas de suero en polvo o whey protein (su nombre en inglés), ya que su proceso de obtención es el menos agresivo y permite la presencia de un mayor número de compuestos en ella. Igualmente existen aislados de proteína en polvo cuyo único contenido es la lactoalbúmina.
Excelente antioxidante
Entre los aminoácidos presentes en esta proteína hemos citado la cisteína, la cual, pese a no tratarse de un aminoácido esencial, cumple importantes funciones en nuestro organismo. En condiciones normales, nuestro cuerpo produce cisteína en una cantidad normal y suficiente, pero en determinados casos, como en bebés, ancianos o personas con algún tipo de problema en su metabolismo, puede resultar interesante su aporte externo.
En cualquier caso, la cisteína es el precursor de un potente antioxidante: el glutatión. Para sintetizar este elemento se requiere, además de la cisteína, de la presencia de glicina y de ácido glutámico, los cuales se encuentran en abundante cantidad en un gran número de alimentos que consumimos habitualmente, por lo que el aminoácido cisteína se convierte en el elemento limitante a la hora de sintetizar el glutatión. Debido a ello, su aporte externo de forma moderada constituye una ayuda para potenciar las interesantes propiedades antioxidantes de este compuesto.
Ayuda a la creación y mantenimiento de la masa muscular
Esta es, sin duda, la propiedad más famosa de la mayoría de las proteínas, ya que una de las principales funciones que cumple este nutriente en nuestro cuerpo es la reparar y crear nuevas fibras musculares.
Lo primero que se le requiere a una proteína para poder realizar diferentes acciones es que presente un aminograma completo, es decir, que contenga todos los aminoácidos esenciales y, además, la cantidad suficiente de cada uno de ellos. Cuando hablamos de proteínas de origen animal, como es el caso de la lactoalbúmina, se cumple siempre esta premisa.
Cuando realizamos un ejercicio físico de elevada intensidad nuestras fibras musculares sufren pequeñas microrroturas que deberán ser reparadas si queremos recuperarnos de forma efectiva antes del siguiente entrenamiento. Estas roturas no son ningún hecho negativo, al contrario, es algo que ocurre siempre que le exigimos a nuestros músculos un esfuerzo de consideración y que provocarán su fortalecimiento y crecimiento.
Para poder reparar las fibras musculares se requiere de la acción de varios elementos, entre los que se incluyen los aminoácidos además de algunas hormonas como la testosterona o la hormona del crecimiento, que reconstruyen las fibras musculares mediante filamentos llamados miofibrillas compuestos de miosina y actina, dos proteínas encargadas de realizar la contracción muscular y con un importante papel en la división celular.
Dentro de los aminoácidos esenciales, aquellos que más importancia adquieren a la hora de realizar este proceso son los que hemos citado como aminoácidos ramificados o BCAAs: leucina, isoleucina y valina, los cuales se encuentran en una cantidad muy representativa en esta proteína.
Mejora de nuestro estado mental y de ánimo a nivel general
Muchas son las sustancias y compuestos que forman parte de los nutrientes que ingerimos en cada alimento de nuestra dieta que cuentan con un papel importante a la hora de mantener nuestro estado de ánimo en un nivel elevado.
Refiriéndonos nuevamente a un aminoácido esencial, el triptófano forma parte de este tipo de elementos que nos van a ayudar a mantener nuestro ánimo y bienestar mental. Su presencia en el cerebro favorece la libración de serotonina, un neurotransmisor con múltiples funciones entre la que se incluye la de actuar como precursor de la melatonina.
La melatonina es una hormona que influye en diferentes procesos y estados de nuestro organismo, como mejorar el estado de ánimo, aumentar nuestro rendimiento en el aprendizaje (lo que se conoce como rendimiento cognitivo), y también interviene en el proceso de regulación del sueño, de forma que también puede resultar de especial utilidad para aquellas personas con problemas a la hora de establecer un horario de sueño adecuado a sus actividades laborales, o simplemente para aquellos que padecen insomnio ocasional.
Todas estas propiedades resultarán de especial utilidad en aquellas situaciones de depresión o continuo estrés, las cuales hacen que los niveles de serotonina (y, por lo tanto, de melatonina) disminuyan.
Imprescindible para el correcto desarrollo de recién nacidos y bebés
Aunque no se trate de una propiedad aplicable al ámbito deportivo, se debe destacar la gran importancia que cumple la lactoalbúmina a la hora intervenir en el adecuado desarrollo de los recién nacidos y de los bebés lactantes.
A diferencia de la leche de vaca, la leche materna del ser humano contiene hasta un 60% de lactoalbúmina, siendo la proteína presente en mayor cantidad. El aporte de aminoácidos resulta esencial en esta etapa de nuestra vida en la que, además de encontrarnos en constante desarrollo, somos más vulnerables.
La lactoalbúmina tiene una estrecha relación con la generación de anticuerpos en el organismo de los bebés, y aquellas madres que opten por alimentar con leche materna a sus hijos no deberán tener ningún problema en cuanto al aporte de esta proteína se refiere.
Los problemas pueden aparecer cuando se decide utilizar leche comercial en la cual no se ha incluido la cantidad adecuada de lactoalbúmina, lo que podría ocasionar un déficit de nutrientes en el bebé. Se debe elegir siempre pues una leche comercial que cuente con la proporción adecuada de cada nutriente de forma que consiga una composición lo más similar posible a la leche materna, ya que esto resulta fundamental, especialmente durante los 6 primeros meses de vida. Algo a tener en cuenta, y que comentaremos a continuación, es la posible alergia a las proteínas de la leche que puede presentar un bebé.
¿La lactoalbúmina presenta algún tipo de problema o inconveniente?
En primer lugar debemos mencionar que, si utilizamos cualquier suplemento de manera correcta, respetando las dosis adecuadas y realizamos una correcta alimentación de forma que dicho suplemento nos sirva únicamente de ayuda y nunca como sustituto de la comida, no tiene por qué existir ningún problema.
Ahora bien, es posible que se presenten casos particulares en los que la ingesta de lactoalbúmina no se recomiende, como puede ser la alergia a las proteínas de la leche. En general este tipo de alergias resultan mucho más frecuentes en bebés menores de un año (principalmente) y niños de corta edad que en adultos, ya que suelen desaparecer a medida que crecemos, pero es posible que una vez llegada a la etapa adulta se continúe padeciendo este problema o, al menos, manteniendo una cierta intolerancia a la hora de digerir estas proteínas.
Cualquier persona intolerante o alérgica a las proteínas lácteas debería ser conocedora de su situación debido a que, como bien sabemos, los productos lácteos son parte habitual de la dieta de la mayoría de las personas.
Los síntomas más frecuentes que se presentan en los adultos variarán en función de si se trata de alergia o de intolerancia. En el caso de alergia se padecerán urticarias, dificultades respiratorias similares las padecidas durante un ataque de asma y conjuntivitis. Los síntomas asociados a la intolerancia de las proteínas lácteas se manifiestan en forma de dificultades digestivas, hinchazón abdominal, y posibles vómitos o diarreas. Estos últimos síntomas son muy similares a otra patología muy común relacionada con los productos lácteos: la intolerancia a la lactosa, por ello, si padecemos alguno de estos síntomas de forma habitual al consumir lácteos resultará conveniente ser examinados por un especialista médico para concretar cuál de los dos elementos (bien las proteínas o bien la lactosa) es el que nos produce este tipo de problemas.