Comer sin control, a deshoras, con ansiedad, o darte grandes atracones, son solo algunos casos que nos llevan al sentimiento de culpabilidad y a sentir remordimientos.
¿Qué es el remordimiento?
El conocido remordimiento, se utiliza para definir un estado de angustia que puede darse en una persona después de realizar algún tipo de acción. Puede aparecer en cualquier persona y en cualquier momento y normalmente, se da en personas que presentan un gran estado de ansiedad o una falta de personalidad y autoestima.
Es muy común, los asaltos a la nevera o que nos dé por comer cantidades de dulce por las noches o después de cenar, bien por puro estado de nervios o bien para paliar la sensación de ansiedad. Estas características, suelen darse ante el comedor compulsivo o bien en pacientes con estados emocionales bajos o depresivos.
Para muchas personas, la palabra dieta se asocia a sentimientos de pánico, terror, miedo o sufrimiento, pero en realidad, el significado real proviene de dayta , término griego que significa “Régimen de vida”, con esto, queremos decir que siempre que lleves tu régimen de vida como es debido no sufrirás los famosos remordimientos de los que hablamos.
Pautas para evitar los remordimientos.
- Incluye todo los alimentos en tu día a día.
- No mezcles carbohidratos, tómalos de cuando en cuando, si ingieres gran cantidad, la sensación de pesadez aumentará y con ella, el sentimiento de malestar.
- Evita la tentación de comer entre horas, intenta hacer tus 5 comidas suaves y con poca cantidad.
- Cena antes de las 9 de la noche, y de forma ligera. Si te entra la famosa ansiedad antes de dormir, puedes comerte dos onzas de chocolate negro, esto te ayudará a paliar la sensación de ansiedad.
- Intenta controlar esos nervios por comer, esta no se acaba, es accesible, sustituye esos brotes por caramelos, chicles sin azúcar o bien infusiones de agua caliente, esto calamara tu apetito, al menos por un par de horas. Mezclar agua con limón caliente también es otra solución muy eficiente para calmar esta ansiedad por comer. Prueba con una cucharada de miel, es también otra buena opción.
- Si te has pasado con la comida, sal a andar o intenta correr, hacer algo de ejercicio al menos media hora, sentirás de nuevo la sensación de ligereza y bienestar, tu cuerpo lo agradecerá.
Con esto, intentaremos evitar esos grandes atracones que van de la mano de los remordimientos que nos hacen sentir mal. El secreto, es comer de todo en las porciones adecuadas y en el tiempo adecuado.
No obstante, intenta auto controlarte, esto es la clave para determinar si esos brotes por comer te los genera algo o alguien, si es así, soluciona el problema o intenta auto relajarte, prácticas como meditación, yoga, Pilates o respiraciones para relajarte pueden ayudarte a no acabar con la nevera.
Prueba estas pautas y sobre todo empieza a controlarte, veras como puedes, la clave para ello la tienes tú.